martes

ESTRELLAS: KIM NOVAK


 Kim Novak nació el 13 de febrero de 1933 en Chicago, Illinois.
Familia
Hija de Joseph Novak y Blanche Kral, ambos de ascendencia checa. Su padre fue profesor de historia y su madre trabajó en una fábrica.
Estudios
Kim Novak asistió a la Elementary, Farragut High School y al Wright Junior College.
Recibió dos becas para la School of the Art Institute of Chicago y durante las vacaciones de verano, en su último semestre de colegio, trabajó como modelo en ferias comerciales para una empresa de frigoríficos.
Actriz
Kim Novak hacía cola junto a otras modelos para trabajar como extra en la película The French Line (1954) protagonizada por Jane Russell siendo descubierta por un agente que le consiguió un contrato con Columbia Pictures.
Tras cambiársele el nombre, se convirtió en un personaje destacado en el filme dirigido por L. Bacon. Su entrada en el mundo del estrellato se lo debe al productor Harry Cohn.
Películas
Fue un sex symbol de los años 50 y 60. Su físico característico por su belleza fría y su forma de actuar, desprovista de espontaneidad, no le causaron ningún tipo de impedimento a la hora de triunfar siempre ayudada por realizadores como Richard Quine (La casa Nº 322, 1954; Un extraño en mi vida, 1960) o George Sidney en Eddy Duchin, 1956; Jeanne Eagels, 1957; Pal Joey, id. Aunque estará más convincente en los papeles más enigmáticos: De entre los muertos, Alfred Hitchcock, 1958; Me enamoré de una bruja, R. Quine, id., La misteriosa dama de negro, id., 1962, y La leyenda de Lylah Clare, R.Aldrich, 1968. Su película más destacada fue Vértigo, Alfred Hitchcock, (1958), co-protagonizada con James Stewart. Kim Novak participó en la serie de televisión Falcon Crest. En 1997, ganó un Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín.
Parejas e hijos
Su primer matrimonio fue con el actor inglés Richard Johnson, y duró trece meses (15 de marzo de 1965 - 23 de abril de 1966).
Después de su compromiso con el director Richard Quine, se relacionó con Sammy Davis, Jr. con Ramfis Trujillo, hijo del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, y con Frank Sinatra entre otros.
En 1974, conoció a su esposo, el veterinario Robert Malloy. Se casaron el 12 de marzo de 1976. Tiene dos hijastros.
Vida privada
En la década de 1960, dejó Hollywood para dedicarse a la cría de caballos y a la pintura. En 1997, compró un rancho de 43 acres en Sams Valley, Oregón, que convirtió en su hogar.
En 2006, fue herida en un accidente de equitación. Se perforó un pulmón y se rompió varias costillas. En octubre de 2010, su manager, Sue Cameron, informó que había sido diagnosticada de cáncer de mama. Tras finalizar su tratamiento, fue declarada libre de cáncer. El Instituto Butler de Arte Americano en Youngstown, Ohio, organizó una retrospectiva de su trabajo como pintora desde junio hasta octubre de 2019. En 2021, el Instituto Butler también publicó un libro con una selección de sus pinturas, titulado Kim Novak: Her Art and Life. Novak se retiró de la actuación en 1966 y desde entonces solo ha trabajado ocasionalmente como actriz.
Filmografía
1991 The Children
1991 Liebestraum
1980 The Mirror Crack'd
1979 Just a Gigolo
1973 Tales That Witness Madness
1969 The Great Bank Robbery
1968 The Legend of Lylah Clare
1965 The Amorous Adventures of Moll Flanders
1964 Kiss Me, Stupid!
1964 Of Human Bondage
1962 Boys' Night Out
1962 The Notorious Landlady
1960 Pepe
1960 Strangers When We Meet
1959 Middle of the Night
1958 Bell, Book and Candle
1958 Vertigo
1957 Jeanne Eagles
1957 Pal Joey
1956 The Eddy Duchin Story
1955 The Man with the Golden Arm
1955 Son of Sinbad
1955 Picnic
1955 Five Against the House
1954 Phffft!
1954 The Pushover
1954 The French Line

viernes

ESTRELLAS: LAUREN BACALL


Lauren Bacall, registrada como Betty Joan Perske al nacer, en 1924, tuvo una vida muy afortunada y era consciente de ello. En su autobiografía publicada en 1978, Por mí misma, reeditada con material adicional en 2005 con el título Por mí misma y un par de cosas más, la palabra "suerte" aparece con más frecuencia que ninguna otra.

En estas páginas, Bacall (retratada durante mucho tiempo como una diva difícil) narra su vida con un sentido del humor, curiosidad y gratitud que dista mucho de la gélida personalidad de gran dama que se le atribuyó. Sin olvidarse de su coqueteo con el político Adlai Stevenson o su amistad con todo tipo de celebridades, desde Robert Kennedy hasta Vivien Leigh, pasando por Nicole Kidman, Bacall relata su apasionante vida de forma honesta, emotiva y vulnerable, algo difícil de encontrar en cualquier autobiografía de una celebridad.

“Me doy cuenta de que he vivido mucho tiempo, pero sigue sin ser suficiente para mí”, decía la actriz en la reedición de 2005.

Bacall se crio en Nueva York con su madre trabajadora y divorciada, con quien tenía una fantástica relación, y un grupo muy estrecho de tías, tíos y una abuela de origen rumano. Su familia, repleta de abogados y secretarias de dirección, le inculcó cómo ser “una judía modélica”, pero Bacall siempre fue una soñadora ambiciosa que tuvo muy claro que lo que quería era estar sobre un escenario.

Cuando no estaba en sus clases de interpretación (donde salió durante un tiempo con el joven Kirk Douglas), la Bacall adolescente solía pasar su tiempo libre a las puertas de lugares emblemáticos de Broadway como el restaurante Sardi’s, vendiendo ejemplares de la revista Cue en un intento por conseguir conocer a algún productor. “Solía estar ahí fuera, parando a todo el mundo para que compraran mis productos. Me dejaba los ojos tratando de encontrar algún productor, actor o cualquiera reconocible que pudiese ayudarme a conseguir algún papel. Ahora que lo pienso no estaba bien de la cabeza y era bastante impertinente, lanzada y caradura”, narraba la actriz.

Los desplegables de Bacall en Harper’s atrajeron el interés de Hollywood y pronto se vio rumbo a California para conocer al famoso director Howard Hawks. Se reunió con toda su familia en el Lindy’s antes de empezar su nueva vida. “Todos tenían fe en mí. Todos me querían. Me dejaron marchar rodeada de bromas, alegría, confianza y alguna que otra lágrima”, contaba.

En 1942, Bacall a ver Casablanca con su madre y su tía Rosalie. “A Rosalie le chiflaba Humphrey Bogart. Le resultaba muy sexy, a mí me pareció que se había vuelto loca”, cuenta. El interés de Bacall por él fue igual de escaso cuando el convincente Howard Hawks le dijo que le gustaría rodar su debut cinematográfico junto a Cary Grant o Humphrey Bogart. "Yo pensé ‘¡Cary Grant sería fantástico! Pero qué pereza Humphrey Bogart…”.

Pero nada de eso impidió que estuviese aterrorizada en su primer día de rodaje de Tener y no tener, de la mano de Bogart y Hawks, en 1944. Bogart la tranquilizó bromeando y tomándole el pelo llamándola por el nombre de su personaje, Slim. Poco a poco fue creciendo una intensa atracción entre Bacall, que entonces tenía apenas 19 años, y Bogart, que además de sacarle 25 años ya estaba casado. Así lo explica Bacall en su libro:

“Fue más o menos cuando llevábamos unas tres semanas de rodaje, ya al final del día, y yo estaba sentada peinándome en el tocador de mi camerino portátil. Bogie entró para darme las buenas noches. Estaba de pie detrás de mí, los dos bromeando como de costumbre, cuando, de repente, se inclinó, colocó su mano bajo mi barbilla y me besó. Fue algo impulsivo (él era un poco tímido), nada de tácticas de lobo al acecho. Sacó un paquete de cerillas desgastado del bolsillo y me pidió que escribiese mi número de teléfono en el reverso”.

Cuando Hawks se enteró de su romance, se enfureció y llegó a tratar de emparejarla con Clark Gable. “A Bogart le gusta su vida tal como está, le gusta beber y le gusta su mujer. Estás tirando por la borda toda una carrera por algo que sencillamente no va a suceder”, le advirtió.

Pero Bacall estaba segura de que Bogart merecía la pena: "Quise darle a Bogie todo lo que no había tenido. Todo el amor hacia un hombre, hacia un padre invisible, que llevaba toda mi vida guardando dentro de mí. Por fin podía pensar en permitirme verterlo sobre un hombre y llenar su vida de risas, calor, alegría y todas las cosas que llevaba mucho tiempo sin tener, si es que alguna vez las tuvo”.

Mientras Bogart combatía su cáncer de esófago, Frank Sinatra siempre estuvo cerca, procurando serles útil. "A Bogie siempre le gustó Frank", escribía Bacall. "Disfrutaba con su lucha quijotesca contra los molinos de viento y le hacía reír". Pero él sabía el verdadero por qué de la presencia de Sinatra. "No crees que venga a verme a mí, ¿verdad?" le preguntó Bogart a Bacall con perspicacia.

Tras la muerte de Bogart en 1957, Bacall se dio de bruces con la realidad de ser una viuda de 32 años con dos hijos pequeños a su cargo. Desconsolada e irracional, la actriz se entregó a un romance volátil y vertiginoso con Sinatra. Decidida a "tomárselo con calma", Bacall aprendió a aguantar el comportamiento imprevisible de Sinatra. "Como pareja éramos combustibles. Siempre que entrábamos en una habitación, la gente se preguntaba ‘¿Estarán bien esta noche?’ Casi se podía escuchar un suspiro de alivio cuando nos veían sonreír relajados”, narra Bacall...